A word by my soul...

La proyección de nuestros más grandes miedos...

jueves, 24 de marzo de 2011

Tú y las edades.



He soñado a través de los aires del todo y de la nada,
A través de las brisas del pasado, los vientos del presente y los vendavales del futuro.
Y por más que trato de huir…
Siempre estás tú.
Esperando,
Aguardando a que mi alma te necesite, como inevitablemente, siempre hace.
Como incuestionablemente, siempre hará.
He amado a la nada, esperando que contrario a cuando te amo a ti y sufro,
La inexistencia de cuerpo y alma me absuelvan del dolor.
He amado a la noche,
He amado al día.
Incluso he deseado poner mis ojos en alguien que ya los tiene sobre mí;
Pero nada funciona, porque al igual que yo moviéndome a través de la distancia, del tiempo y de la tierra,
Tú viajas a través de los ensueños.
Te mueves emergiendo de un sueño a otro, zambulléndote en el siguiente deseo.
Violando la intimidad de los durmientes.
Buscándome.
Y como si fuera solo una lógica incuestionable.
Cómo si fuera cuestión de “la noche le sigue al día”,
Siempre me encuentras.
Porque intentar detenernos, es como retar el curso de la vida,
Querer obligar a los peces cruzar los cielos,
Desear que las aves se muevan a través de la densidad de los mares.
Es creer que el sol podría helarnos…
Y la nieve acogernos en el seno tibio de sus entrañas blancas…
Desear que no me llames y que no vaya a ti…
Es negar la vida misma,
Es desear que la tierra no despierte con la mañana.
Es querer que duerma para siempre.


sábado, 19 de marzo de 2011

Arte y Manías.

Insisto para todos aquellos que me preguntan que es lo que sale de su cóxis, pues es obvio que una cola!!!!!!!!!!
O no???
La verdad, para mi es muy obvio.
x3

viernes, 18 de marzo de 2011

Cuento Oscuro de un Elemental


PRÓLOGO


La vista se me nubló.
Era sencillo; ya no deseaba ser consciente de mí alrededor, me sentía tan insignificante como podía sentirme. Miré las heridas en mi mano derecha, probablemente nunca luciría como antes, pero qué más daba; me temblaron las rodillas y eso me hizo reaccionar, y de pronto resultaba mentira la primera sensación.
Sí deseaba seguir, a pesar de todo.
Me negaba rotundamente a aceptar un destino trazado por alguien más, y supe que me aferraba a ser libre, a decidir, a elegir.
Sabía, con más seguridad de la que me hubiera gustado, que la criatura que se acercaba tenía como opción muy verdadera matarme, pero yo tenía pies, y voluntad, y hasta que no me los arrancaran, no me daría por vencido.
Sin poder evitarlo, pensé en la sonrisa de aquella criatura fantástica, en lo último que le había escuchado decir, en sus palabras y el arrullo de su mirada mágica, sus ojos perversos y su naturaleza imposible, eso tenía que bastar, y aunque no era solo Androfatus, sino también la insoportable idea de quedarme en el olvido, y sumirme y aceptar la misma miseria de la que tanto había querido salvarle, iría por ambas cosas.
No podía perder lo único que tenía, y que nadie podría quitarme.
Mi fe.

Androfatus